"Ser Docente"
Un docente
es aquel individuo que se dedica a enseñar o que realiza acciones
referentes a la enseñanza. La palabra deriva del término latino docens,
que a su vez procede de docēre (traducido al español como “enseñar”). En
el lenguaje cotidiano, el concepto suele utilizarse como sinónimo de
profesor o maestro, aunque su significado no es exactamente igual.
El
docente o profesor es la persona que imparte conocimientos enmarcados
en una determinada ciencia o arte. Sin embargo, el maestro es aquel al
que se le reconoce una habilidad extraordinaria
en la materia que instruye. De esta forma, un docente puede no ser un
maestro (y viceversa). Más allá de esta distinción, todos deben poseer
habilidades pedagógicas para convertirse en agentes efectivos del
proceso de aprendizaje.
El docente, en definitiva, reconoce que la enseñanza es su dedicación y profesión fundamental.
Por lo tanto, sus habilidades consisten en enseñar de la mejor forma
posible a quien asume el rol de educando, más allá de la edad o
condición que éste posea.
Profesor, docente o enseñante
es quien se dedica profesionalmente a la enseñanza, bien con carácter
general, bien especializado en una determinada área de conocimiento,
asignatura, disciplina académica, ciencia o arte. Además de la
transmisión de valores, técnicas y conocimientos generales o específicos
de la materia que enseña, parte de la función pedagógica del profesor
consiste en facilitar el aprendizaje para que el alumno (estudiante o
discente) lo alcance de la mejor manera posible.
Más que meros instrumentadores de programas, los docentes son
profesionales reflexivos, como ya han apuntado diversos autores. La
docencia enfrenta la paradoja de que sus resultados se ubican en la
esfera de otro sujeto, es decir, un buen docente se identifica a partir
de los aprendizajes de sus alumnos, pero son ellos, y sólo ellos, los
que aprenden. No se puede aprender por otros: nos educamos juntos
mediados por el mundo compartido, pero nadie educa a nadie como decía
Freire. En este sentido, la docencia estará caracterizada por crear el
ambiente, ese mundo, de significados compartidos; escenarios en los que
se apoye, facilite y medie la construcción de quien aprende, siempre
entendiendo el aprendizaje como una resignificación social. Y he aquí el
componente artístico de la docencia: es un poco de técnica pero mucho
de inspiración para recrear esos mundos posibles a los que se refería
Jerome Bruner, en contextos específicos casi siempre matizados por la
incertidumbre. “En el arte las ideas son comprobadas en la forma por la
práctica. La exploración y la interpretación conducen a una revisión y a
una acomodación de ideas y de práctica. La buena enseñanza, no es un
mecanismo que funciona rutinariamente o de una gestión regida por la
manera costumbre". Parte de estos elementos son los que hacen de la
docencia una profesión tan fascinante como compleja, que trasciende el
mero hecho de dar clases, para crear, junto con otros, todo un
ecosistema de relaciones pedagógicas y humanas que, en algún momento,
buscan transformar nuestro mundo en un mejor lugar para los
descendientes de nuestros hijos. Ya se hablo de la labor docente y su
trabajo; el aprendizaje independiente fomenta el estudiante
auto-didacta, crítico y reflexivo, preocupado por su entorno y sus
comunidades.
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